Sucesos, Vida de Fe y Cristianismo en Honduras

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domingo, 12 de julio de 2009


Musica de protesta y reinas de belleza venezolanas

Hace poco me encontraba escuchando una bonita canción de Joan Manuel Serrat llamada “Mis Gaviotas”. La canción en cuestión hace alusión a la niñez del autor, desarrollada (según la canción) en algún lugar cerca del mar. El protagonista sueña con volar, igual que sus gaviotas, y luego se aleja de su hogar, vive toda una vida, sin lograr alcanzar la plenitud. Luego decide regresar al hogar y ya nada es lo mismo. Ya no están sus gaviotas y se pone triste, nostálgico. La manera en la cual Serrat logra narrar la historia sin narrarla en realidad es fantástica, y obliga al oyente a revivir los acontecimientos vividos por el protagonista, con el uso de metáforas. El mensaje de la canción es claro. Las cosas cambian, aunque no queramos, porque hemos evolucionado, hemos aprendido, los paisajes han cambiado.

Y es que efectivamente los tiempos cambian. Ya el mundo no es el mismo. El mundo necesita inventar nuevas maneras de poner a disposición de los gobiernos las nuevas tecnologías para aprovechar al máximo la inteligencia colectiva. No hay marcha atrás. Las configuraciones sociales antiguas, que fracasaron en el siglo pasado, no deben ser retomadas, pues no superaron la prueba del tiempo.

Las armas mediáticas del socialismo del siglo 21 del presidente Hugo Chavez incluyen la utilización de música que activa los recuerdos de los acontecimientos que se vivieron en Latinoamérica el siglo pasado. Al siguiente día de la destitución del ex presidente Zelaya, ya se podía escuchar en todo momento en Radio Progreso la llamada música de protesta. Muy bonita, y orientada a caldear los ánimos del pueblo oprimido. “Por que no unirnos si por qué si ya se unieron, el fusil y el evangelio en las manos de Camilo”. O “los ejes de mi carreta, si a mi me gusta que suenen, por qué los he de engrasar”, o “que vivan los estudiantes porque son la levadura, del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura. Para la boca del pobre que hoy come con amargura. Caramba y samba la cosa, viva la literatura”. Hay una canción de Ana Belén que me gusta mucho: “Solo le pido a Dios, que la guerra no me sea indiferente…”.

Confieso que después de un rato de oír la mencionada música, sentí nostalgia de mis días de universidad en la década de los ochentas, y hasta ciertos deseos de tomar un arma y enmontañarme y luchar por los pobres, bajo el pseudónimo de comandante E. Pronto me di cuenta de lo poderosa que es la música para despertar las emociones y los recuerdos de una época que ya pasó, y que no volverá. Como dice Serrat, busqué mis gaviotas y ellas también se fueron, porque corren otros tiempos que exigen soluciones nuevas, y no un comunismo nostálgico, impuesto con petrodólares y reforzado por la emocionalidad, y condenado de nuevo al fracaso.

El presidente Chávez, sigue mintiendo. Cuando se le preguntó por la “Operación Enjambre”, el presidente dijo que lo que había escrito en el pizarrón era porque un panal de abejas se había revuelto, atacado y picado a 100 personas en una manifestación. Personalmente creo que el presidente, como experto estratega militar, no es tan bruto como para confundir un enjambre con una colmena, o un panal de abejas. Todo el mundo sabe que un enjambre es un grupo de zánganos volando desesperadamente alrededor de la reina, tratando de aparearse con ella. En la operación enjambre, el avión del ex presidente Zelaya era la abeja reina, y la muchedumbre los zánganos.

Otra estrategia mentirosa del presidente: varios periodistas de Telesur se robaron unos automóviles alquilados. Bueno, tal vez no se los robaron, solo los rentaron y se les olvidó regresarlos. Los periodistas fueron detenidos y deportados. Una vez que la policía los capturó, el presidente corrió inmediatamente a publicarle al mundo que los periodistas venezolanos estaban siendo detenidos y reprimidos por la policía Hondureña. El presidente Chavez cree que el mundo entero es tonto. Lo que no me explico es por qué el Estado de Honduras se tardó tanto en sacarlos. Uno de los periodístas dijo: "No se puede sacar a un periodista así. Ya Chavez está informado". !Uuuy, ya le dijo a papi Chavez, que miedo! Por si el periodista en cuestión no se ha dado cuenta, los Hondureños sacaron a un presidente corrupto a patadas, no van a sacar a un periodista de Telesur. No quiero fomentar el odio. Solo pienso que está bien la deportación, pues creo que los hermanos venezolanos periodístas deportados andan más perdidos que perro fino en mediana de boulevard muy transitado.


El ex presidente Zelaya, también sigue mintiendo. Cuando los periodistas le preguntaron a Mel Zelaya sobre sus nexos con Chávez, este contestó: “solo somos amigos”. Señores periodistas, ¿En realidad creyeron que Zelaya les contestaría: “Solo soy su títere”? Claro que no. Cuando los periodistas le preguntaron que por qué entonces andaba viajando en un avión venezolano, con pilotos venezolanos, con gasolina pagada por el pueblo venezolano este contestó: “ustedes están prejuiciados. No es lógico sacar a un presidente por ser amigo de otro presidente”. Por favor, los periodistas no son ciegos (hay algunos, poquísimos, solo ligeramente miopes). El ex presidente dijo también que él solo había usado una tarjeta de crédito en su vida. Su tarjeta personal “Visa Mastercard”, dijo textualmente, con esas palabras. ¡Ajá!, entonces son dos tarjetas de crédito: una Visa y otra Mastercard. En Honduras, todo el mundo sabe que en los tres días posteriores a la destitución, el ex presidente gastó, con su tarjeta corporativa del Gobierno de la República, la nada despreciable cantidad de $US 85,000.00. Pregunto yo, ¿por qué mienten? Y no una vez, sino consuetudinariamente, permanentemente, descaradamente.

Ante las denuncias hondureñas y la situación política en Honduras, en Perú se ha podido constatar la entrada masiva de dinero a ese país a través de las llamadas casas de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), y se sospecha de una fuerte injerencia política proveniente de Venezuela. También son conocidos los nexos del presidente Chávez con las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (las FARC) y con el grupo guerrillero peruano Túpak Amaru. Y es que los tentáculos del presidente son largos, y muchos. ¿Y que hay de los medios informativos mundiales? Es sabido que las cadenas CNN y Microsoft Network han adoptado una postura completamente polarizada en contra de Honduras. Y, ¿Qué le hace creer al presidente que tiene el derecho de exigirle al presidente Obama que retire las tropas estadounidenses de Palmerola, en Honduras? Presiento que los tentáculos son más largos de los que pensé. Me hace recordar al famoso “Pulpo”, sociedad secreta constituida por poderosos que mueven los hilos del mundo. Entonces, la cadena de marionetas no terminaría con el presidente Chávez. La cadena sería: El pueblo pueblo es la marioneta de Manuel Zelaya; Manuel Zelaya, a su vez, sería la marioneta del presidente Chávez; el presidente Chavez y los hermanitos Castro serían a su vez la marioneta de otros intereses, ocultos a nuestros ojos. Parece que, después de todo, el comunismo del siglo 21 se reduce a capitalismo del más puro. Creo que los ratones genios del mundo tendrán trabajo por un tiempo, intentando desenredar esta madeja.

Los hondureños somos, por naturaleza, rebeldes pero relajados (personalidad Rerre, diría yo). No nos gustaría para nada que el Estado nos dijera lo que tenemos que hacer, qué tenemos que vestir, comer, etc. Sí nos gusta trabajar para el Estado, pues son trabajos light, suavetones, y generalmente bien pagados, por lo que el gobierno, en Honduras, es actualmente el mayor empleador. Además, los hondureños no respondemos a la brava. Aquí, le hubiera ido mejor por las buenas, señor presidente Chávez. Le voy a dar una idea. Hace poco, revisando un blog cubano, descubrí un comentario en el que se decía que se estaba incentivando en Honduras el odio por los venezolanos. Yo pensé: al contrario. En Honduras les tenemos mucho cariño a nuestros hermanos de Venezuela. Tienen, por ejemplo, a José Luis Rodríguez (El Puma), a Ricardo Montaner, y a Franco de Vita, entre otros. Aquí está la idea: mande a Honduras, en lugar de Manuel Zelaya como lugarteniente, a unas cuantas reinas de belleza venezolanas. Le aseguro que en un abrir y cerrar de ojos tendrá el apoyo de por lo menos la mitad de los hondureños (la población masculina). Las mujeres hondureñas, entonces, tomarán las armas y armarán la revolución. Las mujeres serían vencidas en batalla, y los hombres aceptarían, finalmente, el comunismo latinoamericano del siglo 21, con tal de ver a las mujeres compartiendo (casa, cuarto, etc.) con las reinas de belleza. ¿Ya ve? Esa es una salida inteligente y pacífica, se ahorraría muchos petrodólares y a los hombres no les importaría que usted se llevara a los niños para adoctrinarlos. Aclaro, yo no. Ya no soy así, pero conozco a mis compatriotas.

Yo más bien, ya no escucho música de protesta. Tampoco escucho narcorridos, como nuestro ex presidente. Ahora oigo coritos cristianos. Son edificantes, tienen un mensaje positivo, y tienen propósitos eternos; y si escucho otra cosa, me regaña mi Pastor. Que tenga buen día.

martes, 2 de junio de 2009


El Apelativo Prohibido

¿En que se parecen un comunista, un narcotraficante, un terrorista islámico y la cuarta urna?

Los distinguidos miembros de mi fans club (alguno debe haber. ¡AJa!, lo agarré) se preguntarán donde he estado. Bueno, a veces durmiendo, a veces en la calle. Trabajo light, pero he quedado algo atolondrado después de la cirugía por lo que no me he inspirado, se me han ido las musas, usted entiende. Mi herida quirúrgica, bien: solo me duele al toser, estornudar o reír, razón por la cual me he transformado en una persona seria en extremo. Luego les explico mi teoría sobre las Leyes Generales que rigen a los sistemas complejos. Me estoy acostumbrando a la buena vida. Ya ni siquiera quiero pensar. Solo quiero preguntarles una cosa que me ha estado intrigando últimamente. Si alguien sabe la respuesta, por favor me la hace saber.

¿Se han fijado que los Estados Unidos siempre están peleando por alguna causa? Fíjense (o fíjesen, en Colombia) bien: cuando yo era pequeñito (no hace mucho. Bueno, en tiempo cósmico) el tema era la guerra fría. La noticias internacionales no dejaban de incluir algún chisme sobre las rencillas entre el Presidente de turno de los Estados Unidos y el Primer Ministro de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (¿O era Soviéticas Socialistas? No recuerdo. Quien recuerde ese dato merece ser considerado un digno ejemplar del siglo pasado), o URSS.

Al terminar la guerra fría, la lucha se desplazó contra el narcotráfico. Así como antes decir “comunista” se consideraba la más grande ofensa del mundo, algo que había que esconder porque al cliente lo podía interceptar un agente de la CIA, después de la guerra fría decir “narcotraficante” era decir proscrito, condenado por la sociedad. Se inició la persecución contra todo lo que oliera, se sintiera, pareciera, se oyera, o supiera a narcotraficante, especialmente colombiano. Ya decir “comunista” era como decir “el muchacho de la esquina”, alguien sin ninguna importancia aparte de la de existir (incluido Fidel). Pero decir Narco…. Esas sí eran palabras mayores. La publicidad negativa y el hecho de relacionarse a Colombia con el narcotráfico hizo que más de un colombiano decente pasara humillaciones en algún aeropuerto del mundo, en donde se le exploraban las vergüenzas más recónditas en búsqueda de vestigios del polvo blanco.

Eso cambió después del 911 (léase nain uan uan, para más caché). A partir de entonces el apelativo prohibido se transformó en: “El Terrorista Islámico”. Después de eso los Narcos pudieron estar relajados. Es mas, ahora esta profesión se ha vuelto tan popular que las canciones de moda en muchos sitios son los “Narcocorridos”. La atención se a puesto tanto en el terrorismo internacional, y se ha ligado tanto el terrorismo con el Islam, que muchos árabes hondureños venidos hace tiempo de las lejanas tierras de oriente medio (y quienes en su mayoría son cristianos) han refinado su acento castellano. Por ejemplo, algunos antes del 911 decían “club Arrabe, Jabibi”, con un claro acento mesopotámico. Ahora, dicen club árabe con acento perfecto, y omiten el jabibi (por si acaso alguna interceptación telefónica). Creo que este fenómeno se extiende al mundo entero, por lo que las lenguas arábigas, poéticas por excelencia, están sufriendo un duro revés (vean como antes la gente quería aprender árabe. Ahora, chino mandarín). Hoy en día, los que son explorados en sus más intrincados recovecos anatómicos en busca de algun arma biológica o química, son los sospechosos de ser terroristas islámicos.

Como yo se de la complejidad de los sistemas complejos, y la sociedad cae dentro de esta categoría, me intriga de verdad la causa para esta eterna persecución a algún tipo de organización, agrupación o gremio por parte de los Estados Unidos. Lo extraño es que siempre es una sola organización. Todos los recursos se destinan a eso. Es probable que de lo complejo que es el sistema norteamericano, yo solo aprecie solo una pequeña parte de la realidad. Si alguien tiene la respuesta a este dilema, ¿me la podría decir, por favor? Estaré pendiente de las respuestas. Mientras tanto, estoy ansioso por saber cual será el nuevo (redoble de tambores): “Apelativo Prohibido”. ¿Será “Chavista”? O quizá, ¿”Melista”? Espero que no, porque entonces los revisados en los aeropuertos en búsqueda de “la cuarta de Mel” en los lugares anatómicos más escondidos, seremos los hondureños. Tenga buen día.
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