Hija: Papá, ¿puedo ir al gimnasio?
Yo: Si, cuando tu mamá venga.
Hija: ¿Qué está haciendo?
Yo: Comprando los libros de la escuela. Tú y tus hermanos comienzan las clases la próxima semana.
Hija: ¡Que aburrido!
Yo: ¿La escuela te parece aburrida? ¿Sabías que en nuestro país hay muchos niños que no pueden ir a la escuela?
Hija: Me gustaría ser uno de esos niños.
Yo: ¿Queeeeee?
Hija: A mis hermanos no les gusta la escuela. Yo no creo que haya algún niño al que le guste la escuela. ¿A ti te gustaba la escuela cuando estabas pequeño?
Yo: Eeeeeh, si. Bueno, realmente no.
Hija: ¿Ya ves que ni a ti te gustaba? Creo que al único que le ha gustado la escuela es al que la inventó. ¿Tú sabes si el que inventó la escuela era chiquito o grande?
Yo: Ya estaba grande, creo.
Hija: Pero el que inventó la escuela no sabía nada –en ese momento mi hija hace un gesto de ¡obvio y lógico, papá!
Yo: No te entiendo
Hija: Él pobre nunca tuvo una escuela a donde ir.
Yo: Mmmm, buen punto…
increíble elieth! Sabiduria pura! jajajaja
ResponderEliminar